Acorde con la Organización Mundial de la Salud, más de 350 millones de personas padecen depresión en el mundo, y de entre ellos hay un sector específico: quienes se dedican a la música.
Para la OMS la depresión se trata de una enfermedad que, «en su forma más severa, puede llevar al suicidio», cuestión que se refleja a través de un millón de muertes al año por esta causa.
Para el profesor Michel Reynaud, jefe del departamento de psiquiatría y adicciones del centro Paul Brousse en Villejuif, inmediación de París, el vínculo entre el talento creativo, la depresión y la adicción es un hecho. «Los artistas son personas a menudo más sensibles, que sienten emociones fuertes. De cara al público, se trata de escritores, poetas, músicos o actores de gran prestigio pero, tras el éxito, se ocultan personas ansiosas, deprimidas o bipolares que viven la presión asociada a su fama en una especie de exaltación narcisista», explica.
«Hay estudios que vinculan el talento creativo y la salud mental, aunque el mecanismo exacto sigue siendo un misterio», señala, por su parte, el profesor Vikram Patel, director del Centro Británico para la Salud Mental Global. «Los circuitos cerebrales que son la fuente de la creatividad son los mismos que los de la enfermedad mental, por lo que ser creativo puede aumentar el riesgo de enfermedad mental», añade.
Refirámonos ahora a otro estudio, éste publicado por Help Musicians UK, organización benéfica para músicos del Reino Unido, en donde se expone que los músicos y los profesionales de la industria de la música tienden a desarrolla tres veces más probabilidades de sufrir de depresión que el resto de la gente.
“¿Puede ser que la música te enferme?” es otro estudio donde a partir una encuesta realizada a 2,211 personas por la Universidad de Westminster se informa que todos los lugares comunes acerca de los cantantes y compositores son un grave problema que identifica falta de apoyo de salud mental en la comunidad musical. El grupo más grande de participantes en este análisis lo conformaron músicos (39%). Otras áreas relacionadas fueron management (9%), edición musical (7%), producción de audio (4%) y equipo en vivo (2%).
Dicho estudio muestra una situación compleja al interior de la industria musical, ya que 71% de los encuestados que destacaron haber padecido ataques de pánico y/o altos niveles de ansiedad, en tanto y otro 65% afirmó haber sufrido depresión. Lo anterior es contrastante con la población general del Reino Unido, donde 1 de cada 5 adultos (19%) ha experimentado ansiedad o depresión.
Entonces, ¿por qué, exactamente, los músicos están tan deprimidos? Al parecer los motivos tienen que ver con la naturaleza competitiva, la economía inestable de la actual industria. Y hay que sumar factores como el agotamiento físico por trabajar largas horas y sin remuneración e incluso, si se es mujer, lidiar con actitudes sexistas o acoso sexual.
Continuará…